
Se vale extrañar, ¡sí! Probablemente algunas personas que me lean, sobre todo si son terapeutas, podrían decir que mis palabras reflejan apego. Puede que tengan razón, pero sólo “un poco”, no totalmente.
Cada historia de vida es diferente. Aunque hayamos nacido en el mismo año, hayamos ido a la misma escuela o vivido en la misma ciudad o incluso aunque seamos hermanos, tú y yo tenemos historias totalmente distintas.
Y por ello, la forma en que vemos y sentimos las cosas también es diferente. Hace unos días una persona que representó mucho en mi vida -y que ya falleció- habría cumplidos años. Y ¡claro! Eso hizo que le recordara y extrañara.
A tres años de que murió no faltó quien dijera que cómo era posible que yo aún le extrañara. Tiempo atrás eso me molestaba mucho, pero hoy sólo me hace pensar cosas como ¿y quién dice que sólo debemos extrañar a alguien por un tiempo determinado? ¿quién o en dónde dice que debemos olvidarnos de quienes en algún momento amamos? ¡Nadie!
Todos tenemos nuestros tiempos y nuestros propios sentimientos y emociones, así que vuelvo a repetirte aquello con lo que comencé: ¡se vale extrañar! Y se vale extrañar con tanta fuerza y durante tanto tiempo como nuestro corazón nos diga.
Nadie tiene derecho a decirnos cómo manejar nuestros sentimientos, nadie puede decirnos qué sentir y qué no, así que si en algún momento extrañas todavía a un ex novio, un hermano, una pareja o amigo que se alejó o falleció, date permiso para vivirlo y para tu duelo.
Recuerda que todo aquello que nos guardamos, que todo aquello que no expresamos, tarde o temprano saldrá a la luz, tarde o temprano representará un problema para nosotros mismos, reflejado probablemente en mal-estar o enfermedades físicas o emocionales.
Así que date permiso de sentir. Date permiso de extrañar. Date permiso de gritar y llorar hasta que tu corazón, tu mente y tu alma se sientan en paz… aliviadas, aligeradas.
fb: Coach.BlancaPatriciaGalindo